Tom_Clad y sus cosas

Inquietudes tengo muchas. Cosas por decir también. Me gusta opinar. Me gusta escribir. Me gusta sentirme escuchado. Me gusta hacer el gamba. Para todo eso y para más, este blog. Son mis cosas. Optimizado para Firefox, en IE se ve hecho una MIERDA.

29.12.07

Un charlestón

Volviste aquí

Por una ventana abierta,

Y desde entonces yo

Vivo en una fiesta, pero

No dejas de pensar

Si salir de ella

Para irte a pasear


Aunque luego te vayas

El tenerte aquí me compensa

Disfrutar de tu compañía

Al contarme cómo piensas

Cruzando en nuestras miradas

Una tácita alegría


Pero si te vas ya no tendría

Este careto de subnormal

Otearía el horizonte

Relatando mi pesar

Y mientras te lo piensas

Vivo en un anuncio de compresas


El destino y yo hicimos una apuesta

Él me ayudaría si sentaba la cabeza

La noche me he pasado con la olla en el sofá

Y el destino me ha traído tu mirada y tu bondad


Quiero dedicarte un charlestón

Quiero que me quieras mogollón

Quiero que paremos este tren

Y que no se pase de estación.


Quiero notar tu duro despertar

Quiero una lluvia torrencial

Quiero que me pidas por favor

Besos de cualquier color


Volviste aquí

De una manera sugerente

Y de repente yo

Me noto diferente

Aunque no dejes de dudar

Si huir de esta mierda

Para no mancharte más


Al tenerte aquí me demuestras

Relatando cómo piensas

Que no me equivoco

Que estoy en lo cierto

Dejará de ser lo ajeno

Para ser llegar a ser lo nuestro


Pero si te vas ya no tendría

Gracia este cantar

Me iría al monte

A ponerme a llorar

Y mientras te lo piensas

Vivo en un anuncio de compresas


El destino y yo hicimos una apuesta

Él me ayudaría si sentaba la cabeza

La noche me he pasado con la olla en una silla

Y el destino me ha dejado el oro de tus maravillas


Quiero dedicarte un charlestón

Quiero que me quieras mogollón

Quiero que paremos este tren

Y que no se pase de estación.


Quiero manchar el edredón

Quiero arañarte con fervor

Quiero que me pidas por favor

Que explore tu interior


Quiero soplarte en la nuca

Quiero que no te vayas nunca

Quiero batirte hasta mayonesa

Estamos ante un kinder

Quiero ver la sorpresa


Porque estoy casi seguro

Del final feliz

Cariño te lo juro

Da igual ahora o en abril

Quiero oírte decir

Que el amor es así

Quiero bailar un montón

Y quiero dedicarte un charlestón



28.12.07

Péndulos errantes


Nos limitamos a coexistir.

Péndulos errantes,

Mártires acompasados.

Figuras difusas

Tras el tapiz

De lo abierto y elegante.

Cómplices amaestrados

Del rango y la astucia.


Mentes en ficción

Fingiendo realidad.

Masas aburridas, penosas

Asimilando escaparates

Sin lógica ni razón

Y lo que le quieras dar.

Colmándonos de cosas,

Pero cuando no late,

No hay bien ni electroshock

Que le dé palpitar.


Entre ambos: hueveras,

Lamentos inauditos…

Nos limitamos al placer

Y seguir nuestros caminos.

Pensando por las aceras

Cómo encontrar el puntito

Para desgajar el mantel

Sin derramar el vino.


Y es que lo hice

A falta de pan.

Terminaron las esperas,

Desmenucé el trato.

Busco ahora meretrices

Que sustituirán

Las falsas quimeras

Y este teatro.


Por fin justicia

"Se me ha olvidado sacarme las bolas chinas"

En Gran Hermano nunca hasta ahora había ganado ningún concursante que me gustara, siempre lo habían hecho los más sosos (Sabrina GH2, Javito GH3) los más lerdos (Juanjo GH6) o los que se ríen de la audiencia en su cara con una estrategia nada oculta (Ismael GH1, Pepe GH7).
Pero desde ayer estoy que no quepo en mí de gozo al ver ganar a Judit, sin duda la mejor persona que ha pasado por Guadalix este año.
Mis favoritas siempre fueron Melania y Amor, por este orden, pero Judit nos ha ido conquistando cada día un poco más con su naturalidad (¡no estoy solo en el mundo!) al tratar el sexo, con sus muestras de espontaneidad como el sujetarle la polla a Rodrigo para mear; el ir siempre de frente y no caer en estrategias y sobre todo por su humildad.


Le damos las gracias a la poligonera esa que piropeaba tanto a Amor: la hermana de la amargada con cara de querubín pintado por Murillo, por irse a su puto barrio malagueño a seguir por correspondencia un curso de peluquería y permitirnos descubrir a este ser tan estupendo.

Nadie se ha merecido más ganar el concurso como la chica que
Angy siempre ha querido ser de mayor.

Y yo, ¿lograré alguna vez entrar en esa puta casa? ¿a quién le tengo que demostrar mi dominio del arte de la felación?

Mi plan para concursar en GH10 ya está en marcha.
Ésta es mi entrada número 100, y se la dedico a la gótica, claro que sí.

21.12.07

¡¡Fiesta!!


Mención especial para mis compañeros de clase, que son geniales y los quiero un montón (a mí me pasa siempre, aunque te conozca de dos días puedo quererte mucho, especialmente si eres tío y has pasado la cuarentena) ayer estuvimos toda la tarde celebrando que habíamos terminado los exámenes y ahora, sexo, drogas ¡y concierto de Spice Girls!

Pobre cieguita



Jo, los españolitos de a pie me han mandado a mi puta casa a vender cupones…

Eso es porque soy una pobre cieguita, es que la sociedad es muy mala, nos trata mal a los que tenemos defectos, como al pobre Jorge Javier, que lo tratan mal porque padece de homosexualidad, es que la gente es lo peor...

A mí por ser ciega, mis compañeros me han tratado fatal, no estaban las veinticuatro horas diciéndome cosas bonitas ni me abrazaban, encima cuando eran expulsados me decían lo mismo que a los demás, no me dedicaban más tiempo por ser una puta ciega de mierda, además se enfadaban conmigo cuando demostraba ser más mala que Paulina Rubio en directo, en vez de dejármelo pasar por ser deficiente visual…

El 92,69% de los votos fueron para mí, lo que demuestra que las personas son unas intolerantes con los deficientes visuales, tendría que haber ganado sólo por eso...

13.12.07

Homofobias


Hay homofobias fuera del armario, con pluma y previsibles.
Son esas homofobias orgullosas de sí mismas, visibles, que pelean por ser escuchadas, que intentan educar y concienciar a sus familiares, amigos y entorno más cercano.

Defendidas hasta el cansancio por sus porteadores, que las blanden orgullosos sin importar a quienes puedan molestar o herir.

Que luchan porque la sociedad los tome como lo que son, personas normales, con la singular diferencia de su odio ilógico dentro de otros mil y un odios variados.
No entienden el mal que hacen, estas homofobias les dicen que sólo son personas que defienden sus ideas.

A principios de mes asistimos a una muestra de orgullosa e ignorante homofobia en la manifestación organizada por la FEMP para condenar la última gracia de ETA.
Aprovechando un momento de silencio, varias personas soltaron perlas como "¡Maricón, qué haces aquí!" referidas a Pedro Zerolo, y otras lindezas similares, aparte de insultar a Zapatero que, como de todos es sabido, tiene la culpa hasta de que Amaia Montero haya abandonado La Obesa de Van Gogh.
Estas personas son las que se jactan de luchar por el amor, la libertad y sobre todo por la paz. Así que qué mejor forma que aprovechar un momento de respeto como es una muestra de dolor condenando el asesinato de dos personas (en ese momento una de ellas se debatía entre la vida y la muerte) por unos borregos fanáticos para lanzar improperios y crispar el ambiente.
Eso es predicar con el ejemplo, claro que sí.

Tras esto, ese señor abanderado de la libertad y la tolerancia como es Jiménez Los Santos, criticaba en su programa de radio la cara de circunstancia de Zerolo, debido a que, según este buen hombre, las personas que le habían insultado eran unas ancianitas, y que a lo mejor si hubieran sido dos chavalitos se hubiera puesto a ligar con ellos.

Zerolo, durante la manifestación del pasado 3 de diciembre

Estas homofobias son conscientes de que algunos sectores no miden con el mismo rasero a ciertas minorías y colectivos susceptibles de ser marginados, sabiendo que insultar a una persona homosexual no es lo mismo que si servidor opina que a esas adorables ancianitas debieran rompérseles sus adorables caderas y yacer agonizantes en mitad de su adorable pasillo siendo comidas vivas por sus gatos durante días hasta perecer de inanición tras la negativa de algún médico homosexual a atenderlas.
Y por eso si alguien pone verde este humilde escrito lo hará diciendo lo malo que soy con las pobres viejecitas.
A los maricones que nos den por culo. Para eso estamos, ¿no?

Hay otras homofobias de las que ellas mismas no son conscientes de su existencia.
Porque no son del todo reales.
Son esas homofobias cuyos dueños aun renegando de ellas, en momentos de indefensión ante lo indefendible, afloran del subconsciente como flashes de luz no deseados, al agotar la inteligencia finita sus precarios recursos.

El sábado pasado, en ese intento de programa de debate político pero sencillito, asequible para la audiencia de Dolce Vita, llamado La Noria, aparte de hablar de las ancianitas odia-maricones tan lindas de antes, invitaron a Jorge Javier Vázquez a contarnos (su versión de) su vida.
Llegaba calentito.

Se notaba que conocía que le iban a poner las imágenes de su borrachera en el Europride. En ellas pudimos recordar esas escenas en las que el presentador de AHT nos deleitaba con un recital de pluma en toda su etílica lujuria.
El pobrecito se intentó defender diciendo que estaba deseando ser pillado para que ya nunca pudieran achacarle eso de no haber probado de su propia medicina.

Hasta esta magnífica intervención yo creía que Jorge Javier era un tío con un sentido del humor estupendo y que se reía de sí mismo.
Vamos, que era clavadito a mí y me imaginaba de fiesta con él pasándomelo pipa despellejando a todo bicho viviente.
Pero luego esa homofobia inherente que se forma cuando creces en un colegio del Opus terminó irremediablemente por hacer acto de presencia, pienso que sin ser del todo consciente Jorge Javier de lo que iba a espetar:

"Pasivaaaaaaaaaaaa"

Primero arremetió contra el mejor programa de televisión que se hace actualmente en España y directamente competencia del suyo: Sé lo que hicisteis... diciendo que no iba a consentir más que lo llamaran borracho y acusando a su productora de estar formada por un atajo de cocainómanos que intentaban abusar sexualmente de cuando en cuando de alguna compañera.




Vamos a ver, darling, en tu programa no se deja títere con cabeza. Imagino que algunos reportajes te harán más gracia que otros y que habrá noticias de esas tipo “Jimmy Jiménez Arnau se saca un moco” que te harán preguntarte si de verdad merece la pena haber terminado sentado en esa mesa, pero es lo que te ha tocado: presentar un programa donde se han llegado a insinuar inclinaciones zoofilicas de cierta asiática famosa por salir con algún vidente mariquita.
Pero no nos engañemos, lo que hacía que muchas veces disfrutáramos de tu programa no eran esas noticias que sólo un par de chonis ignorantes se toman en serio, sino tu lengua envenedada y tus mordaces comentarios, eclipsando a tu compañera (¿Carmen, se llama?) dotando a ese contenedor de mentiras una ironía y sello propios que nos encantaba.

Ya no.
Ahora me doy cuenta de que no es más que un guión mal escrito.
Su homofobia tácita, esa de la que estoy seguro hasta él mismo desconoce que es poseedor, hizo que después de quedar como un tonto quejándose de que otros hicieran con él lo que él hace pero mejor, intentase ir de víctima afirmando que le estaban intentando crucificar por ser gay.

Si eres de los que tienes la suficiente inteligencia, gracia, desparpajo y locuacidad para hablar con lengua viperinamente sincera de otros, tienes que tener las mismas facultades para aceptar que también lo pueden hacer contigo.
Es lo que tiene exponerse.
Si te hubieras quedado en el Carrefour de reponedor no te pasaría eso.

El chico empezó entonces a dar una lista de nombres de personas que le habían hecho sentir mal por ser homosexual, incluyendo a Antonia San Juan, transexual reina del sarcasmo bien hecho, del que me gusta a mí, y cuya última obra de teatro como directora tuve el honor de ver hace poco.
Pobrecito.

Actitudes como la suya, con esa homofobia inconsciente y traicionera, ayudan a que sigamos con el estigma de la lástima e inferioridad, haciéndonos diferenciar del resto.
Lo que hace que personas como Los Santos se permitan el lujo de ningunear a los homosexuales a diario con total impunidad.
Lo que termina en intentos desafortunados de vivir la orientación de cada uno con libertad y naturalidad.
Lo que hace que las personas que no podemos callarnos y que siempre decimos las verdades a la cara resultemos amenazantes y molestos.
Jorge Javier, hay muchas clases de homofobia, y la tuya es la peor.
Eso sí que es ser mariquita.