Tom_Clad y sus cosas

Inquietudes tengo muchas. Cosas por decir también. Me gusta opinar. Me gusta escribir. Me gusta sentirme escuchado. Me gusta hacer el gamba. Para todo eso y para más, este blog. Son mis cosas. Optimizado para Firefox, en IE se ve hecho una MIERDA.

13.7.07

Dos pájaros de un tiro

Que alguien se vea obligado a no ir a un concierto porque tenga que trabajar es una putada. Pero que una amiga al verse sola te llame y te pregunte si quieres ir por la cara es algo maravilloso.
Así que nos plantamos allí, en el estadio, a hacer cola a la fresquita.
Sabina y Serrat dieron un concierto ayer en Córdoba, y ahí que fui con Maru, toda emocionada y yo todo contento de tener planes para la noche de repente, porque los artistas, al contrario de lo que muchos piensan, no son santo de mi devoción.
El concierto comenzó con sólo veinte minutos de retraso y duró más de dos horas. La puesta en escena fue la más especacular que he visto nunca.
Tras un vídeo proyectado en dos pantallas gigantes en el que Iñaki Gabilondo anunciaba que el concierto se suspendía por motivos de salud mientras se podía ver una ambulancia, en un ejemplo de lo saludable que es reírse de las adicciones y cánceres de unos y otros, aparecieron ellos, uno viejo y decrépito, otro viejo simplemente.
Una pantalla dividida en cuatro mostraba constantemente imágenes alusivas a los temas que sonaban, uno conjunto, uno de Serrat, uno de Sabina, ahora unas bromitas (la verdad, buenos showmen son) y vuelta a empezar.

El público presente era de lo más variopinto: desde abuelos rockeros imitando que tocaban la guitarra a ritmo de la canción del pirata, hasta maricas de mi edad y más jóvenes acompañadas de sus novias (qué cara más dura) que se volvían locas gritando
"¡Que se besen! ¡Que se besen!" pasando por familias enteras, niños prepúberes incluídos.
Mirando a estos últimos me preguntaba si a los papás les haría gracia encontrarse a sus hijos metiéndose rayas con Sabina. Me encanta que una persona se declare politoxicómana y putera delante de doce mil personas y le apludan los mismos que en el caso de hacerlo yo me llevarían derechito a ser compañero de clínica de Lindsay Lohan.
Serrat no se movía del sitio mientras Sabina se dedicaba a recorrerlo de arriba abajo cada vez que el tema se lo permitía.
La actitud del catalán era comprensible teniendo en cuenta que a la más mínima se bebía una copa de champán de las botellas colocadas en el escenario. Y es que el alcohol mezclado con los medicamentos nunca fue bueno.
Llegado el ecuador del concierto y cuando Serrat
ya estaba suficientemente hebrio, empezó el delirio colectivo al más puro estilo secta Moon: se montaron una juerga flamenca al ritmo de Cuchibiri-Cuchibiri (momento Peret Possesion). La gente botaba encantada y yo me temía que alguno de los ancianitos que nos rodeaban cayera desplomado de un momento a otro, aunque afortunadamente no fue así. Fueron muy listos con el bis, se despidieron antes de tiempo y posteriormente tocaron unos cinco temas más. Esto siempre es mejor que hacerlo cuando sólo te queda uno y dar un concierto convencional, así el público se va más contento que unas pascuas. Dio la casualidad que conocía a un guardia de seguridad de cuando trabajaba en el centro comercial, que nos dijo que nos podría colar en el backstage, pero para cuando íbamos a entrar ya se habían ido. Así que nuestro gozo en un pozo y mi amiga con cara de póker.
Pero, aunque pueda parecer que lo pasé fatal, me divertí muchísimo y repetiría encantado, pero si voy gratis, porque no pago treinta y seis euros para verlos ni muerto.

¿Lo mejor del espectáculo? Nosotros

1 Comments:

  • At 15/7/07, 0:47, Blogger Diego Cardador said…

    Yo no soy ni de Serrat ni de Sabina. Bueno de Serrat me gusta la versión que hizo del poema "la saeta" pero casi seguro que no lo cantó en el concierto. Me parto con los comentarios: jamás pensé que Lindsay Lohan apareciera junto a Serrat y Sabina xD En fin, buenísimo reportaje y por cierto estas muy guapo y morenísimo!

     

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