Ninguna persona es ilegal

El racismo y la xenofobia es algo que desde siempre me ha sacado de quicio.
No sé si es que en realidad soy algo corto de miras, o es que yo veo las cosas desde otro punto de vista, pero el caso es que mi mente no concibe cualquier acto de discriminación a una persona. No lo entiendo.
Veamos: ¿Yo por haber nacido aquí tengo más derechos? ¿Por qué? ¿No podemos ser todos iguales?
Creo que el racismo es la forma de discriminación más arraigada en nuestras mentes, continuamente estoy quejándome a los que me rodean por sus comentarios, reflejo de su forma de pensar.
Me saca de quicio la forma de tratar el fenómeno en los medios de comunicación, hablando de términos como “avalancha” u “oleada”, como si de un fenómeno natural catastrófico se tratara. Nos pintan la inmigración como un problema gravísimo, culpando a los inmigrantes, como si vinieran porque quieren (nadie abandona su tierra porque sí), pero no critican a las multinacionales que explotan los recursos de sus países ni a sus gobiernos, primeros responsables de todo esto.
Otro tema son las maravillosas leyes de extranjería de las que gozamos: Sin papeles no hay trabajo, sin trabajo no hay papeles, si eres extranjero, a la obra, si eres extranjera, a fregar, y si quieres siempre te quedará la maravillosa salida laboral de la hostelería. ¿Qué te convaliden títulos que te han costado años de sacrificio? Plantéate hacer la carrera de nuevo…
Vivimos en una sociedad que tolera y fomenta todo tipo de discriminaciones, y en especial las que tienen que ver con las cuestiones raciales.
He escuchado comentarios racistas de manos de chicos hijos de inmigrantes que quizá se hayan asimilado demasiado. Hay que tener mucho morro para decir que una persona que ha estado a punto de morir en una patera o en un cayuco, bebiendo agua de mar y pasando días sin comer, viene a quitarnos el trabajo o a robarnos, y más si tus padres son iraníes (U_U'').
Vienen a buscarse la vida, como todos lo hacemos, lo que pasa que vivimos en un sitio maravilloso en el que al llegar si no te montan en un avión de regreso te dejan abandonado a tu suerte en una gran ciudad sin más posesiones que un papelito que te dice que tarde o temprano te pegarán la patada.
Y encima aguanta que tehumillen e insulten.
Yo no defiendo la delincuencia, ni nada parecido, pero, si nos soltaran, qué sé yo, en Shangai, sin tener ni puta idea de mandarín, sin dinero ni trabajo ni dónde dormir, ¿qué haríamos?
Más empatía es lo que hace falta.
Luego está el racismo selectivo, eso lo resume muy bien una canción del rapero Frank-T: “Yo no soy racista ni con los negros ni con los chinos, pero a los moros y a los gitanos no los quiero ni de vecinos... Borreguería y estupidez, desde mi punto de vista, y qué quieres qué te diga, un racista es un racista, quien no es racista contigo pero con otro sí lo es, verás que será racista contigo cuando tengas un problema con él"
A la conclusión a la que llego es que la discriminación SIEMPRE es económica, porque si en lugar de venir en patera llegas en jet privado y eres jeque de nosequé la cosa es bien distinta.
Seamos más abiertos (de mente) y más comprensivos, todas y todos ganaremos, los beneficios que da la multiculturalidad son infinitos, el poder compartir experiencias y saberes nos hacer ser mejores personas. La pureza está en la mezcla. Ninguna persona es ilegal.