El fitness y yo

Mi primera mañana en el gimnasio más pijo de Córdoba ha estado muy bien. He tenido una monitora divina que me ha dicho todo lo que tengo que empezar a hacer para no destrozar mis frágiles musculitos el primer día, y me ha aconsejado un par de clases para bailar y esas cosas. Los vestuarios son de madera (lo que no sé es cómo no se puja con la humedad) y parecen sacados del titanic. La mayoría se duchaba en ropa interior, no sé por qué son tan pudorosos, como si unos slips mojados no dejasen intuir nada.
La gente algo estúpida, pero por suerte las máquinas tienen un hueco en el que mi reproductor MP3 queda genial y así me puedo evadir. Mi monitora divina me ha dicho que voy a tener agujetas, pero de momento no siento nada. Y espero que siga siendo así.
Con mi plan de ejercicios debería dejar de tener la piel flácida en poco tiempo, en caso contrario cogeré a mi monitora divina y le diré 4 cosas. Debo ir 3 días a la semana, pero iré alguno más, aunque lo mismo la semana que viene estoy demasiado ocupado recuperándome de las agujetas como para ir.